Javier Barbero Gutiérrez. Es licenciado en Psicología (UAM, 1991), Magíster en Bioética (UCM, 1993) y especialista en Psicología Clínica (2004). Es experto, además de en bioética, en intervención psicológica al final de la vida en enfermos terminales y cuidados paliativos y en apoyo psicológico a personas con VIH-SIDA. Actualmente, trabaja como psicólogo en el Servicio de Hematología del Hospital Universitario La Paz de Madrid. Es docente en diferentes masters y estudios de postgrado, así como ha publicado múltiples artículos en revistas científicas, capítulos de libros y libros.

 
La sociedad actual, caracterizada por un envejecimiento general de la población, presenta una mayor incidencia de diferentes enfermedades crónicas o de distintos cánceres que pueden amenazar la propia vida a corto o medio plazo. Este hecho puede provocar un elevado sufrimiento tanto en la persona como en su familia, que varía en función del estadio en que se encuentre el individuo (diagnóstico, comunicación de noticias, afrontamiento a la muerte, duelo, etc.). ¿Qué implicaciones supone para la Psicología? ¿Qué pueden aportar los psicólogos?
La Psicología tiene un reto crucial, si no quiere estar alejada de los avatares que realmente preocupan a las personas. En concreto, la Psicología de la Salud, como ámbito particular de nuestra profesión. En él vamos a estar obligados a estar en contacto con otros profesionales, fundamentalmente del ámbito sanitario y sociosanitario que pueden tener unos paradigmas de intervención ciertamente distintos y, por ello, complementarios. Si una persona padece un cáncer o una esclerosis lateral amiotrófica o una insuficiencia renal crónica, primeramente va a acudir al médico especialista y desde ese filtro tendremos acceso y/o entendimiento para dar un apoyo integral. Realmente todo un reto.
En relación a la evidencia científica, ¿cuál es la relevancia de la intervención psicológica en cuanto a la valoración y diagnóstico de la enfermedad? ¿Cree que se ha reflejado de forma adecuada en la Guía de Práctica Clínica (GPC) de Cuidados Paliativos?
La GPC de Cuidados Paliativos (CP) es un intento loable de ir aproximando el rigor científico al quehacer global de los CP. No olvidemos que los CP –al menos en el ámbito de la medicina- suelen tener una valoración "light" entre los médicos, frente a otras especialidades más tecnificadas como puede ser la neurocirugía, por ejemplo. Por ello, todos los avances a la hora de definir y reflejar la evidencia científica son bienvenidos. Ahora bien, como siempre, el ámbito de la Psicología suele estar en un segundo plano. Las razones son muy diversas. En primer lugar, porque los psicólogos aún no hemos investigado lo suficiente en CP, a pesar de las cada vez menos extrañas excepciones (como pueden ser los casos de profesionales como Ramón Bayés o Pilar Barreto). En segundo lugar, porque investigar la subjetividad en momentos tan delicados de la vida de las personas, sigue siendo como mínimo complejo. Y por último, porque –nos guste o no- el paradigma predominante en la práctica sigue siendo el biomédico, aunque se siga vendiendo la teoría de que es el bio-psico-social.
¿Y en cuánto al proceso de adaptación y afrontamiento a la enfermedad?
En la guía sí que aparecen conceptos como proceso, adaptación, afrontamiento, etc. Y es un logro porque sí que recogen una realidad del día a día de las personas y de las intervenciones. Lo que creo que no ha quedado suficientemente reflejado es que el objetivo nuestro de acompañar procesos es tan importante como el de resolver (o ayudar a resolver) problemas.